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Más de 1.500 vascos son diagnosticados de cáncer de próstata cada año

09.03.2015

Más de 1.500 vascos son diagnosticados de cáncer de próstata cada año

La tasa más alta por cada 100.000 habitantes es la de Álava.

El cáncer de próstata ha sido uno de los principales protagonistas en el programa científico del I Encuentro Bilbaopraxis Cáncer. Tal y como ha puesto de manifiesto el doctor Pedro Ensunza, jefe de Oncología Radioterápica de la Clínica IMQ Zorrotzaurre de Bilbao, dentro del programa científico sobre cáncer genitourinario, “cada año se diagnostican de media, en Euskadi, más de 1.500 casos nuevos de cáncer de próstata, siendo el cáncer no melanoma más frecuente entre los hombres”.

Tal y como ha señalado, “según los últimos datos disponibles, desde 2007 a 2011 se han diagnosticado 7.904 casos de cáncer de próstata, de los que 1.278 se han efectuado en Álava, 3.795 en Bizkaia y 2.831 en Gipuzkoa. De media, el paciente diagnosticado en Euskadi con esta neoplasia tiene 69,6 años de edad”. Con respecto a la tasa ajustada por edad por cada 100.000 habitantes, “la más alta se da en Álava, con una tasa de 127,4, seguida de Gipuzkoa con 120 y, a distancia, el territorio histórico de Bizkaia, con 99,7”.

Cáncer de próstata y salud ósea

El doctor Ricardo Fernández, oncólogo médico de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, participante en el programa de cáncer genitourinario con una ponencia sobre cáncer de próstata y salud ósea, ha indicado que “prácticamente el 50% de los pacientes con cáncer de próstata presentará una complicación ósea (pérdida de masa ósea) en relación con la enfermedad, con el consiguiente impacto en la calidad de vida por aparición de hipercalcemia o fracturas de huesos”.

Frente a esto, “existen diferentes opciones terapéuticas, tanto desde el punto de vista farmacológico -con especial énfasis en el papel de los bifosfonatos y en los nuevos inhibidores de RANKL- como también los isótopos radiactivos de última generación y las nuevas técnicas quirúrgicas menos invasivas”.

PSA y diagnóstico de cáncer

Por su parte, el doctor Ander Astobieta, de Urología Clínica Bilbao, ha realizado una ponencia sobre el uso de la prueba del antígeno prostático específico (PSA) para el diagnóstico del cáncer de próstata, dentro del programa para profesionales sanitarios. Así, ha puesto de manifiesto que “desde la introducción del PSA en el año 1995, su utilización en pacientes mayores de 75 años es objeto de debate. No obstante, el análisis de la evidencia científica disponible y de las recomendaciones de mejores prácticas apuntan a que el manejo del PSA en pacientes mayores de 75 años debe ser individualizado, realizado con sentido común y conocimiento suficiente para no someter a los pacientes a actuaciones que no les van a reportar ningún beneficio”.

Tratamiento quirúrgico

El doctor Astobieta ha recordado que el tratamiento quirúrgico es una alternativa para personas que tengan un cáncer de próstata, confinado a la glándula prostática (es decir, localizado), y que no tengan contraindicaciones quirúrgicas, como pueden ser personas con una expectativa de vida inferior a 10 años o con complicaciones de salud serias (infartos previos, etc.)”. Los pacientes con una expectativa de vida superior a los 10 años, con un cáncer de próstata de alto riesgo localizado y sin enfermedades que contraindiquen la cirugía son pacientes susceptibles de ser tratados quirúrgicamente.

Dentro del tratamiento quirúrgico, la cirugía robótica se postula como una de las vías de mayor desarrollo. Tal y como ha señalado el doctor Ander Astobieta, “el empleo del robot Da Vinci, como el existente en la Clínica IMQ Zorrotzaurre, permite un posoperatorio menos doloroso, reduce la probabilidad de posibles efectos secundarios como la incontinencia urinaria o la impotencia sexual, y minimiza las incisiones y las pérdidas de sangre, por lo que el riesgo de infección inherente a toda operación quirúrgica, también disminuye”.

Tratamiento no quirúrgico del cáncer de próstata

La última tecnología médica está también presente en el campo de la Oncología Radioterápica. En este sentido, la Clínica IMQ Zorrotzaurre ha inaugurado recientemente el acelerador lineal más avanzado del Estado en sus instalaciones, que permite concentraciones de energía cuatro veces superiores a otros aceleradores y una mejor conformación. Todo ello, permite reducir el número de las sesiones necesarias, el tiempo de cada sesión, respetar en mayor medida los tejidos sanos y obtener un mayor control tumoral.

Muchos de los pacientes con cáncer de próstata pueden ser tratados con tratamientos conservadores no quirúrgicos. Así, la doctora Clara Eíto, oncóloga radioterápica de IMQ, en una ponencia sobre alternativas no quirúrgicas en casos de cáncer de alto riesgo, ha señalado que “la radioterapia externa con técnicas especiales de conformación de haces, asociada o no, a la braquiterapia de alta dosis (tratamiento que emplea elementos radioactivos interno en la zona afectada) iguala el control tumoral con respecto a la cirugía y con mínimos efectos secundarios tolerables”.

Tal y como se ha demostrado en numerosos estudios, “la adición del bloqueo hormonal a la radioterapia durante dos o tres años en este grupo de pacientes con cáncer de próstata, ha demostrado un incremento en la supervivencia libre de enfermedad, supervivencia global, supervivencia libre de progresión bioquímica, supervivencia cáncer específica y disminución de eventos metastásicos a distancia”.