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Cuidados al final de la vida en las personas mayores

18.01.2019

Cuidados al final de la vida en las personas mayores

Cada vez más personas fallecen con enfermedades crónicas y en edades más avanzadas. En las últimas décadas, los cuidados al final de la vida se han convertido en un aspecto esencial de la atención médica.

 

Hablamos de enfermedad en fase terminal cuando nos enfrentamos a una enfermedad avanzada, progresiva e incurable cuyo tratamiento específico no resulta ya eficaz y además existen síntomas intensos, múltiples, multifactoriales y cambiantes y el pronóstico de vida es limitado. Esta situación provoca un intenso impacto emocional en el paciente, en su familia y en el equipo terapéutico. En estas circunstancias, la formación de los profesionales y la calidad de los cuidados que se proporcionan a los pacientes condicionan claramente la supervivencia y su bienestar global.

Por ello, las personas mayores en situación de final de vida necesitan una valoración exhaustiva, multidimensional e individualizada de los factores que condicionan el pronóstico y de sus valores, deseos y preferencias antes de tomar decisiones, con el objetivo de mejorar la calidad de vida tanto del paciente como de los familiares y cuidadores.

Síntomas más frecuentes

Son muchos los estudios realizados en personas mayores con enfermedades crónicas progresivas que constatan necesidades no cubiertas en estos pacientes (con presencia de sufrimiento por síntomas físicos o psicológicos) y de sus familiares. Esta situación es atribuible a la falta de valoración y control de los síntomas, a dificultades de comunicación entre el paciente y la familia con los profesionales, y a sistemas de salud muy fragmentados en la provisión de servicios a estas personas y excesivamente centrados en las enfermedades por separado.

Planificación anticipada de las decisiones (PAD)

Tiene que ver con el respeto a los valores, deseos y preferencias que una persona quiere que se tengan en cuenta en relación con los cuidados sanitarios que va a recibir en los momentos finales de su vida, cuando no disponga de la capacidad suficiente para un consentimiento informado.

Objetivos de la planificación anticipada de las decisiones

- Prepararse para el acontecimiento vital de la propia muerte.

- Tener control sobre lo que vaya a hacerse, mediante la articulación de valores y preferencias.

- Contribuir a la disminución de la propia angustia y el miedo del proceso de morir, en sus dimensiones físicas, psicológicas, sociales y espirituales.

- Fortalecer las relaciones y la comunicación con la familia y los seres queridos, y no solo con los profesionales sanitarios.

- Contribuir al alivio de la carga emocional del representante y la familia cuando tengan que tomar decisiones en lugar del paciente.

- Desarrollar procesos comunicativos acerca de los deseos y las expectativas del paciente.

Es necesario promover entre nuestros mayores la planificación anticipada de las decisiones. Esto no solo conlleva una mejor atención, al respetar la voluntad y los deseos de la persona mayor, sino que evita situaciones conflictivas de cara al futuro, cuando las circunstancias pueden ser complejas.

Criterios de calidad en la atención a personas mayores al final de la vida

Entre otros, se pueden citar los siguientes criterios de calidad en la atención a personas mayores al final de la vida, propuestos por el Comité de Ética de la Sociedad Americana de Geriatría.

- Controlar los síntomas físicos y emocionales.

- Mantener el estado funcional y la autonomía del paciente.

- Planificar por adelantado.

- Analizar el grado de agresividad del tratamiento, la necesidad de hospitalización y la elección de la ubicación del paciente en situaciones de muerte cercana, conversando previamente con el paciente y la familia.

- Lograr la satisfacción del paciente y de su familia.

- Mantener la calidad global.

- Valorar la sobrecarga familiar y proporcionarles respuestas.

- Ver los aspectos pronósticos.

- Otorgar continuidad en el tratamiento.

- Proporcionar atención al duelo.

Por último, también es importante destacar la importancia de la valoración geriátrica integral (VGI) como instrumento para elaborar un plan de cuidados eficaz adaptado a cada persona a lo largo de la trayectoria de la enfermedad. La VGI ayuda a establecer un pronóstico y a tomar decisiones, asegurando la continuidad de los cuidados y un método de trabajo multi e interdisciplinar basado en objetivos funcionales individualizados, realistas, razonables y consensuados. Todo ello, con el objetivo de proporcionar unos cuidados paliativos geriátricos de alta calidad científica, ética y humana.

Iñaki Artaza IMQ IgurcoDr. Iñaki Artaza Artabe

Director Médico Asistencial

IMQ Igurco